Ese atisbo de tiempo al que llaman estaciones.
Ese en el parece paralizarse los momentos
Mientras otros arreglan sus relojes en común acuerdo.
Ese que marca sus entradas y salidas,
Como si de estaciones de metro se trataran.
Una trae melancolía a los corazones enamorados.
Otra nos instiga al recogimiento, frente a brasas incandescentes.
Luego el paisaje se ilumina de color, tras el blanco etéreo,
Para al final deleitarnos con el descanso merecido.
Etapas continuadas sin mediador,
Que nos invaden en tiempo y espacio,
En colores y olores a naturaleza pura,
Llenando espacios a veces vacíos,
Fríos e incluso sombríos que nos acosan.
Momentos mágicos para gozar.
Para disfrutar solos o en compañía.
En casa resguardados de lo ajeno,
Así como en el exterior bien cuidado.
Campo o asfalto qué más da.
Lo bueno será el poderlos disfrutar.
Eva María Piqueras Guerrero.
Madrid , España