ESCUELA DE DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA ORIGINAL 2015 2017 Vol.4 | Page 72

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Revista EDBO Descodificación Biológica │ Terapia & Salud

A los 45 años, Lola, es una mujer dinámica, atractiva, brillante en su discurso, y establece rápidamente buen contacto con la gente. Llega a la consulta porque no alcanza a recuperar la autoestima, le preocupa el aumento progresivo de peso y no consigue un buen pago por su trabajo como docente y fisioterapeuta (es Licenciada en Neurofisiología Clínica). Está separada, tiene un hijo de 8 años y no recibe apoyo de su ex marido para el sostén del niño.

Dice que “tiene afectada la relación con su cuerpo desde que se dejó atrapar en la desconfianza (luego de que su marido la dejara por otra mujer más joven) y siente que vive en la carencia aún trabajando mucho”. Busca estabilidad emocional y económica, quiere descodificar el sobrepeso y sanar el vínculo con su madre.

Elaboramos su árbol genealógico y trazamos puntos que ligan episodios biográficos, transgeneracionales y hacemos foco en los motivos de la consulta.

Algunos de los datos que surgen de su historia son una buena “fotografía” de la situación que trae Lola.

Su madre, R., es una mujer de 77 años que no ha podido afianzar el vínculo con sus 4 hijos. “Ausente”, “congelada” la describe la paciente.

R. tiene una hija siendo soltera. Su 1° hija muere antes de cumplir los 4 años “por una falla cardíaca”. Para entonces, R. estaba en pareja con el padre de Lola, un hombre honesto y trabajador que dio al hogar la cuota de ternura de la que R. era incapaz.

Lola valora la actitud tierna de su padre –que sufrió desprecio al ser un hijo no reconocido por su progenitor y, de niño, la madre lo entregó a una familia de campo como peón.

R. y M. tuvieron dos hijos más luego del nacimiento de Lola: un niño que nace con espina bífida (cuando Lola tiene 1 año) y una niña que nacerá seis años más tarde. La vivencia de Lola es “vivir al margen”, “abandonada”, “en soledad”. Entiende que la madre debía ocuparse de su hermana mayor y luego de los tratamientos del hermano discapacitado, pero ese clima olescencia. Lola recuerda el clima de hostilidad que reinaba en el hogar, apenas mitigado por la presencia amorosa del padre, gastronómico de oficio, que nutrió la fortaleza de Lola y de su hermana.

“El abandono y falta de respaldo continuaron a lo largo de mi vida, por parte de mi madre. No tuve apoyo ni con mi separación, ni con la vulnerabilidad y acoso laboral que empecé a sufrir”.

Resignificar la vocación y darle alas al árbol

A través del caso de Lola, Diana Paris nos muestra cómo las memorias transgeneracionales pueden definir nuestra vida y nos explica cómo el trabajo del árbol nos puede liberar para darle un nuevo sentido.

Diana Paris