[ CULTURETA ]
Maternidad
líquida
POR
ADRIÁN CORDELLAT
El sociólogo polaco Zygmunt Bauman,
Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades
(2010), acuñó el concepto modernidad líquida para definir
el estado volátil y fluido de la sociedad moderna, caracterizada
por la ausencia de valores sólidos, la vertiginosa rapidez
de los cambios y la incertidumbre que acompaña a la sociedad,
desprovista de los vínculos humanos precedentes y entregada
a un mundo individualista en el que los lazos relacionales
se han vuelto cada vez más frágiles y provisionales.
S
egún Bauman, el ser humano vive con miedo a
establecer relaciones duraderas y los lazos solidarios brillan por su fragilidad, dependiendo
muchas veces de los beneficios que generan, y
habiendo siendo impregnados por la esfera comercial, en la que todo se mide en términos de coste y
beneficio. En ese contexto, la familia nuclear se ha transformado también en una “relación pura” en la que cada
socio puede abandonar a los otros a la primera dificultad. El amor también se vuelve líquido, informe. “La vida
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mama
• NOVIEMBRE 2015
líquida es una sucesión de nuevos comienzos con breves
e indoloros finales”, afirma Bauman.
En este contexto de sociedad, la maternidad también
pierde solidez y se empieza a derretir. Gota a gota. La
incertidumbre, el miedo, los cambios, la individualidad,
la falta de vínculos y la ausencia de solidaridad también
afectan a las madres, que viven la experiencia, muchas
veces, con una sensación de soledad y de falta de referentes impensable hace algunas décadas. ¿Podemos
hablar, por tanto, de maternidades líquidas?