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Supongo que cualquier político actual de un país como España o muchos otros podría encontrar en los libros de filosofía algún argumento que justificara su tendencia a apropiarse del dinero ajeno, a gobernar para sus propios intereses obviando los del pueblo que lo eligió, a hacer desaparecer los derechos fundamentales conseguidos con siglos de trabajo y con millones de mártires obreros.

Desde el “todos nacemos buenos y la sociedad nos corrompe”, de Rosseau, a “El hombre es un lobo para el hombre”, de Hobbes, y un largo etc. Argumentos que tomados por algunos rufianes pueden ser utilizados para la justificación de la maldad.

Desde Freud, podemos pensar que nada es innato en el hombre, ni su maldad ni su bondad, todo se construye con trabajo y con decisiones. Tenemos tendencias: tendencias amorosas y tendencias destructivas. Conocemos muy pronto el fracaso, los celos, la envidia, la vergüenza. Y elegimos cada día, el camino de la corrupción o el de la honradez, el camino de la mentira o el de la verdad. Más que elegir un camino ya hecho, vamos haciéndolo con nuestros pasos, cada decisión es un paso.

El hombre sólo es culpable de haber traicionado su deseo, de traicionarse a sí mismo. Cuando uno se traiciona a sí mismo ¿Qué no hará con otros hombres?

Hay en nosotros una semilla de maldad, de desprecio por los otros humanos, nuestros semejantes, de deseo de someterlos, de anularlos, pero sólo crecerá si la regamos, hay en nosotros una semilla de bondad, de honradez, de amor a la verdad, de ética, pero sólo crecerá si la regamos.

Ninguna decisión es pequeña o baladí, todas nos conducen en un sentido u otro. Mantenerse en un camino es un trabajo, a veces duro. Pero obviar el trabajo, querer reducirlo, querer conseguir las cosas sin el esfuerzo personal, es lo que lleva al hombre a una ambición extrema, a una codicia sin límites. No es malo ambicionar, el problema surge cuando esa ambición no es acompañada por la correspondiente capacidad de trabajo.

Dra. Alejandra Menassa

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Dra.Alejandra Menassa

Licenciada en Medicina por la Universidad de Alcalá de Henares. Psicoanalista, Docente y Directora del Departamento de Clínica de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero. Responsable del Departamento de Salud Mental de CMI (Clínica de Medicina Integrativa). Vicepresidenta de la SESMI (Sociedad Española de Medicina Integrativa).

Máster en valoración del daño corporal y psicosocial por el Instituto Europeo. Experta en Peritación Judicial Psicológica. Ha publicado más de diez libros de psicoanálisis, medicina y poesía. Entre ellos, destacar sus publicaciones de Medicina Psicosomática y La Mujer del Siglo XXI.