Revista Especies 2-18 jul-sep 2-18 | Page 30

derribarlos, a menos que los depredadores hábilmente los acechen y ataquen cuando se están alimentando; éste es el “Talón de Aquiles” de los colibríes. Son tan notables sus cualidades bélicas, que desde tiempos prehispánicos la cultura azteca reconoció su valentía y fuerza, nombrando en su honor a Huitzilopochtli su dios de la guerra y principal deidad. Al día de hoy, más de 700 años después de la fundación de Tenochtitlan guiada por Huitzilopochtli, seguimos maravillándo- nos de estas pequeñas jo yas aladas y de su poderío al defender sus recursos. Los alimento (a pesar de su tamaño). Los co- libríes como diminutas máquinas aéreas de guerra suelen ser abatidos por depre- dadores, como gatos domésticos, aves ra- paces, serpientes, e incluso por artrópodos como arañas tejedoras y mantis. Los cazadores no tienen nada fácil la tarea de atrapar un colibrí y disfrutar de un pequeño aperitivo emplumado. Todas las cualidades mencionadas les permi ten disminuir la posibilidad de ser apresados, pues se desplazan con movimientos tan ver tiginosos y de tal precisión, que du- rante el vuelo es prácticamente imposible En ciertas ocasiones los colibríes pierden la batalla ante sus depredadores; una mantis ha capturado un colibrí después de acecharlo sigilosamente 28